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miércoles, 28 de julio de 2021

#1

La revista Metal Hammer avisó de un parón de la banda de un año, con una foto a página completa de Shaw con la máscara ensangrentada. Por curiosidad, busqué información del grupo y a las semanas, me compré el DVD de Voliminal: Inside the nine en la revista Tipo. Desde que vi el DVD quedé fascinada por Joey y no solo porque era guapo, lo que más sorprendía era como alguien tan chiquetito podía tocar una batería tan grande. Cuando Paul murió, yo estaba terminando la ESO. Me puse triste al recibir la noticia y fui en busca de mi abuelo a informarle de su fallecimiento, mi abuelo no entendía cómo alguien tan joven podía fallecer de repente. Al día siguiente, en el instituto se lo conté a Jenny, la cual lloró junto a mí al recibir la noticia. Con diecisiete años no estaba bien, había algo que siempre me comía por dentro y en una de esas tardes de sufrimiento injustificado, le escribí a Joey una carta en la que le daba mi corazón, carta, tal vez, influenciada por el capítulo de L Word en el que Jenny le escribe un carta a Tim pidiéndole perdón por su infidelidad. Cuando terminé de escribirlo, me gustó tanto que se lo mostré a mis amigas en el instituto al día siguiente.

Durante mucho tiempo tuve su póster de la época All hope is gone, pegado a la pared. Cuando las chicas venían a verme, dejaba la puerta de mi habitación abierta porque la imagen les daba miedo y por la noche soñaban que Joey venía a buscarlas para matarlas. Yo no entendía cómo alguien podía tener miedo de él y cuando ellas se iban, le daba besos al póster para pedirle perdón de su parte.

Hoy, 28 de julio, mientras me bebía el café vi que varios componentes de Slipknot subieron una foto en negro que yo no entendía. Continúe bajando y vi la publicación de Rob Zombie en la que salía con Joey, y se me paró el corazón, porque entonces comprendí el por qué de las publicaciones de los otros miembros de la banda, y como todo usuario con Internet en el móvil, tecleé su nombre completo y me salió la noticia de su fallecimiento por esa enfermedad de la que tantos años llevaba luchando, la enfermedad que le hizo estar en silla de ruedas y decir en su último concierto, lo siento, me voy de Slipknot.

Joey.
Hoy más que nunca te doy mi corazón, como en aquella carta que te escribí de adolescente rebelde. Siempre prevalecerás en mí.
                                  'Til we die

                                        🖤












martes, 23 de febrero de 2021

He cumplido mi mayor sueño.

En la entrada que dediqué a mi madre por su vigésimo aniversario de su fallecimiento hablé de que nunca tuve un dormitorio. Pertenecí a esa clase de persona que en los noventa tenían que compartir dormitorio como se hizo en los sesenta o simplemente, carecía de cualquier espacio que se denominase dormitorio. Cuando a los catorce pude tener el mío propio, utilizaba dos a la vez porque el dormitorio donde yo habitaba la mayor parte del tiempo era demasiado pequeño y no me cabía todo. Con dieciséis, fui en busca de mi abuelo y le pregunté si podía tirar el tabique, me dijo que no, y años después, con veintisiete, decidieron arreglar el piso viejo donde tuve por fin, mi propio dormitorio con catorce años. En octubre del año pasado, decidimos hacer una obra que comenzó en noviembre. En esta entrada, os quería enseñar cómo ha quedado mi cuarto para despedirme definitivamente de él. 

Mi primer dormitorio

Los dos dormitorios que utilizaba ya vacíos

La primera vez que veía el dormitorio

El dormitorio casi terminado

Y así ha quedado después de la obra.

Fotos molonas de algunos detalles guay del dormitorio.

La primera foto es el armario por dentro cuando mi tío terminó de montarlo. La segunda foto es un radio que me ha regalado mi tío, otro sueño que tenía pendiente, que era tener un radio para mí sola. La tercera foto es una pegatina de Harry Styles que tengo pegada en el ordenador. La cuarta foto son dos plantas que me ha regalado mi tía, antiguamente había una tercera, pero la tuve que sacar del dormitorio porque me daba alergia y me ahogaba, con estas tengo alergia, pero no me ahogo.

El sueño más grande que he cumplido con la obra es arreglar la cocina, pero no voy a subir fotos de toda la cocina porque es familiar y no única y exclusivamente mía, pero dejo esta foto por aquí porque me parece absolutamente maravillosa e inmortalicé lo primero que cociné en la vitrocerámica.


domingo, 7 de junio de 2020

Hoy hace veinte años que mi madre falleció.

Hoy, siete de junio, hace veinte años que mi madre falleció. Recuerdo de ese día el sol, si pienso en el primer recuerdo que me viene a la cabeza de ese día es cómo brillaba el sol. Luego recuerdo a mi tío llorando en el portal, y mi madre sobre la cama sin reaccionar. Y el silencio. Me llevaron al kiosko donde trabajaba el amigo de mi abuelo y me dieron todo los helados que quise, luego, mi tío chico me llevó con su amiga la cual me puso la Nintendo con el Súper Mario, la mequetrefe como la llamaba mi abuelo. Siempre había silencio, nadie hablaba y yo tampoco lo hacía. Después recuerdo que se hizo de noche y que mi abuela no venía, y a las diez me recogió mi tía para llevarme a su casa, y allí me quedé durante un mes, hasta que pude volver por fin a casa de mis abuelos de visita. En ese mes no vi a nadie, recuerdo que mi primo y yo jugábamos en el parque más cercano del piso de mi tía, de vez en cuando mis abuelos se acercaban al parque para verme, pero no se acercaban a mí, por miedo quizás, o tal vez por el recuerdo.
Cuando por fin pude volver al piso de mis abuelos me senté en un escalón del bloque a llorar porque no quería volver a casa de mis tíos. De ellos recuerdo el cachondeo que pasábamos en la noche mi primo y yo cuando llegaba la hora de dormir. Él dormía en su cama y yo en un colchón bajo sus pies. Cuando se levantaba en la noche me tocaba con un pie para decirme que se iba un momento pero que ahora volvía para que no me asustase. De mi tío recuerdo el miedo que tenía a hablarme, y cómo cada vez que me miraba agachaba la cabeza y la movía de un lado a otro al recordar lo que había pasado. De mi tía recuerdo su cara con los ojos tristes cuando me miraba porque su hermana ya no estaba, y aunque nunca me parecí a ella si no que fui un calco de mi tía, yo existía porque ella existió. Todo se hizo muy rápido. Cuando volví  a casa su dormitorio ya no estaba, mi tío chico pintó el cuarto de rosa porque ahora por fin podía tener dormitorio y dejar de dormir en un colchón en el salón. Nunca dormí allí. Cuando mi bisabuela murió, mi abuelo heredó el piso y mi tío se fue a ese piso a vivir, como era el piso de al lado, mi abuela me hizo allí el dormitorio, porque yo tenía trece años y seguía sin querer dormir en ese dormitorio. Dos meses después de morir mi madre, en agosto, apareció mi padre, gritó el nombre de mi madre por la ventana y me asomé yo para hacerle subir. No entendió nada, él no sabía nada. Al ver el dormitorio nuevo y las paredes rosas me dio un beso y se marchó. Y ya no volvió. Días después mi abuela se peleó con mi otra abuela en la puerta del Supersol, una tiraba de mí de un brazo y la otra tiraba del otro brazo. Recuerdo de ese día el sol, otra vez el sol brillante, y el suelo de la calle, mi pelo moviéndose hacia donde me tiraban, y mis pensamientos con los ojos cerrados pidiendo que eso terminase ya. Y entonces, mi relación con la familia de mi padre acabó, porque mi madre les hizo prometer nada más nacer que nunca me dejasen con mi padre ni con su familia, y cuando ella murió se recorrieron toda Sevilla para que yo fuese legalmente de ellos y no de mi padre. y entonces desapareció, y no lo volví a ver nunca más. 
Le eché mucho de menos, sobre todo en la adolescencia, porque mi madre ya no estaba pero el sí que estaba ahí, y yo notaba un vacío muy grande y no sabía cómo llenarlo. Cuando cumplí los diecisiete me revelé contra toda la familia, y solo una persona consiguió que todo el rencor que tenía guardado desapareciese, porque Rafa, mi profesor de gimnasia (te debo tanto, tío) me hizo comprender que el rencor era para nada. Y les pedí perdón a todos, en silencio, pero se los pedí, porque de mi madre no se hablaba nunca en casa y decirles a todos lo que sentía era hablar de ella y de mi padre. 
Cuando tienes siete años y tu madre se muere no sientes nada. Ves las cosas que tienes alrededor como si no estuviera pasando, es como si te metieses en una burbuja y todo se quedase nublado. Cuando pasa el tiempo llega el dolor y de repente lloras sin razón  y nadie sabe lo que te pasa, ni siquiera tú sabes lo que te pasa. Al cabo de los años vas entendiendo que todo el mundo tiene padres menos tú, y el dolor se va desvaneciendo.
En el 2017 se estrenó una película llamada Estiu 1993, verano 1993 para los que no sepáis catalán. La directora, Carla Simón, perdió a su padres por el sida con tres años (al padre) y con seis años (a la madre). Cuando pensé en escribirle algo a mi madre quise plasmar lo que sentí cuando ella murió, pero mientras pensaba en cómo contarlo solo me venían a la cabeza imágenes de esa película. Y en la película sale justamente el sentimiento, aunque más que el sentimiento, es la burbuja en la que te encuentras, la burbuja en la que sientes que vives hasta que de verdad te das cuenta de lo que ha pasado, porque sí, lo entiendes desde que eres pequeño. Yo recuerdo que en el colegio nos dijeron, la gente nace, crece, se reproduce y muere, y cuando tu madre muere tú sabes qué significa eso, que ella ya no está más y nunca lo va a estar, pero no sientes eso, no lo notas, porque vives en una burbuja y todo lo ves nublado. 
A mi madre le diría que creo que lo estoy haciendo bien. Que me veo bien y que todos estamos bien. Que se puede quedar tranquila porque los mismos años de su fallecimiento son los mismos que llevo sin tener contacto con mi padre. A veces la culpaba a ella de que mi padre se fuese, otras veces a él, porque veía que él era el adulto y que era su obligación venir a buscarme, luego comprendí que no todo el mundo nace para tener hijos, y que es egoísta tener que quedarte con un niño por obligación. No sé si se arrepintió de dejarme alguna vez, yo me arrepentí muchas de no irme con él, pero entonces comprendí que los dos estábamos mejor sin el otro, y que ninguno de los dos habíamos elegidos tenernos mutuamente. Cuando vives con alguien por obligación nace el odio y el asco, porque todo te da asco ya que eso no es lo que tú tenías planeado hacer, tampoco es lo que tú quieres hacer, y luego aparece el odio, porque te odias a ti mismo por haber sido padre, a tu hijo por serlo, y a tu vida, por haberte hecho cargo de un niño del que no quieres encargarte. A veces también le rezo a ella, y a mi abuelo. Cuando vi el documental que hizo Radio Televisión Española a Lola Flores me reí al ver una escena en la que Rosario Flores decía que cuando no sabía qué hacer le rezaba a su hermano y a sus padres, creo que estas cosas son las cosas que hacemos los ateos, que como no tenemos a Alá, Dios, Buda o Isis, le rezamos a nuestros familiares. Cuando quiero que algo salga bien acudo a ellos y les digo; abuelo, mamá, que esto vaya bien. Al final estudié, y terminé por fin de estudiar, yo que lo veía eterno. Luego me di cuenta que como dijeron mis tíos prefiero trabajar antes que estudiar, y que por mucho que alguien te diga, eso lo dices ahora, no, lo sigues diciendo, yo nací para trabajar, no para estudiar. A veces no fui la mejor, el odio y el rencor se apoderaron de mí porque no me vi suficiente, ni vi suficiente todo lo demás que me rodeaba. Veía que todo se había juntado para que solo a mí me fuese mal, sin padres, con una familia distante en plena adolescencia, cuando en realidad la que estaba distante era yo y no los demás, la lejanía que sentí con antiguos amigos, el hecho de que el bar donde me crié cerrase y todo el mundo acabase peleado con todo el mundo. Tal vez por eso acabo peleándome tan fácilmente con la gente, porque igual siento que si al final veo que no me aportas nada, te dejo ir. O a lo mejor el problema lo tengo yo y es mi personalidad la que hace que me pelee con todo el mundo. También heredé tus manías, las dos por lo menos que más recuerdo, tu forma de sentarte con las piernas dobladas y la del pié, esa manía que siempre odió tu hermana, el estar tendida o tener la pierna extendida en alguna parte y comenzar a mover el pie como si estuviese acariciándolo con la mano. Todavía recuerdo ciertos olores, y el dormitorio entero, tal y como estaba hasta el día que moriste, la cama con las sábanas blancas, el ropero en frente de la cama con mis dos pegatinas de las Spices Girls, la cajonera con las alhajas y todas las cosas para el pelo, y la ventana abierta sin cortinas. Y la ropa, la ropa que llevabas, el pantalón negro y la camiseta de rayas blancas y negras, como si fuese el uniforme de un presidiario. Ese día lo recuerdo como si fuese hoy, nunca mejor dicho. Hoy es un día raro, no brilla tanto el sol y hace fresco, creo que el sol brilla cuando algo pasa para cambiarnos completamente, como cuando se divorciaron las dos tatas, que también brillaba el sol, o como cuando el Carlos se casó, que para ser noviembre brilló mucho el sol. A veces verte en sueño me daba miedo, cuando era pequeña soñaba mucho contigo, de adolescente también. Después de morir el abuelo desapareciste, y todo los años acabas volviendo, pero ya lo sueños no son como eran antes, tan oscuros, tan siniestros, ahora apareces de la nada como si en lugar de morirte hubieses estados tantos años de viaje. La abuela repite mucho que hoy es siete, yo me acerco a ella y le doy muchos besos para que no sienta tanta pena. Eras mi madre, a lo mejor lo único que querías es que fuese feliz, no pudimos hablar de esto, yo era muy pequeña y tu viviste muy poco. Te podría decir que soy en lo que tú querías que fueses pero no sé qué es lo que tú querías que yo fueses, religiosa, eso sí, pero no para meterme a monja. Te salió una hija atea, qué se le va a hacer. Y lectora, como tú, también escritora, aunque tú eras más de poemas. Tenemos el mismo pelo, creo que es en lo único que me parezco. A veces olvido tu cara. Otras la recuerdo tan nítida que me da escalofríos. Te quise mucho, para mí eras mi todo, porque tú eras lo único real que tenía, lo único que verdaderamente importaba. Cuando mi padre venía a buscarme sabía que si él se portaba mal podría llamarte a gritos y sabía que vendrías corriendo a buscarme, porque nunca dejaste que me fuese con ellos más allá de la zona del barrio donde vivíamos. No sabría que decirte si de repente aparecieses ahora, tampoco sé que escribirte. Igual lo único que elegiríamos las dos sería darnos besos y abrazos.
Y que esto sigue doliendo, mamá, que esto duele. 


lunes, 1 de junio de 2020

Brad Pitt montando a caballo en Troya y el cine que no dice la verdad.


Mi abuela ha estado viendo la película de El Cid donde Sophia Loren hace de Jimena, y he recordado la época en la que yo estudiaba y entonces he ido hilando cosas y al final voy a hablar de Brad Pitt montado a caballo.
Siempre me ha gustado mucho la historia y hace unos años vi un documental sobre Titanic y recuerdo que en el cementerio que se le dedicó a las víctimas del hundimiento del barco, el sepulturero o el guarda de dicho cementerio, pedía en el documental que por favor la gente que se acercaba al cementerio dejase de arrodillarse delante de la tumba ciento once creo recordar, mientras lloraban diciendo; Te quiero, Leonardo, en referencia a Leonardo Dicaprio porque en dicha tumba, se descubrió que enterraron a un trabajador de la zona de máquinas que se llamaba Jack Dawson que era el nombre del personaje de Leonardo en la película. Entonces yo me quedé pensando en que mucha gente al ver una película se queda con eso que ve en la película. El caso más conocido es el de Cleopatra, que todo el mundo presupone que era bellísima cuando la historia demostró lo contrario (porque la gente se quedó con la imagen de Elisabeth Taylor), de hecho se dice que su cara tenía más rasgos masculinos que femeninos e incluso a los historiadores, les pareció curioso que una mujer que no era tan bella como otras, llegase a conquistar a Alejandro Magno. Hay gente que conoce la historia de Diana o Artemisa, Thor y Loki por las películas Marvel, cuando son en realidad leyendas de la mitología. Y esto me hizo pensar en que en la película del Cid te lo venden como un nuevo Jesuscristo, cuando ese hombre trabajó para cualquier bando que le diese dinero, porque era a lo que se dedicaba. Otra leyenda que me encanta, que venció en una guerra estando muerto. A ver, si estaba muerto, mucho en la guerra no hizo, ganó la guerra estando muerto porque hubo soldados que fueron con él a la guerra, porque a ver, ¿qué va a hacer un muerto?  No he visto la película del Brad Pitt que se llama Troya, porque pa ver a Brad Pitt montado a caballo en una película de más de dos horas me pongo una imagen en Google o un vídeo de Youtube, creo que sí que sé de qué va, se lía en Troya porque Helena se fuga con el amante. 
La guerra de Troya empieza porque Helena desaparece de Esparta, Paris secuestra a Helena y hace creer al marido de Helena que se ha fugado con él porque la quiere, porque Paris estaba enamorado de Helena y Afrodita que se sentía la más bella le hace el favor a Paris de prometerle el amor de Helena si le regala una manzana, entonces Paris le entrega la manzana y Afroida va en busca de sus dos adversarias, Hera y Atenea y les dice; ¡os jodéis que tengo yo la manzana! La manzana era de oro, por eso era tan preciada, porque si fuese una fruta no creo que se llegasen a pelear por tanto. La cosa es que dos chavales que la lían después también tela, consiguen secuestrar a Helena para entregársela a Paris y Paris le pide a Afrodita que la hechice para que se enamore de ella, y cuando lo consigue, Paris se marcha con Helena a Troya porque en la ciudad que querían estar no les dejaron porque los cuernos por lo que se ve, de nunca han estado bien visto porque Helena ya tenía sus cosas con el Menelao, entonces entran en Troya y una adivina muy lista les dicen a los troyanos; ésta va a traer lío, no le hagáis caso al Paris éste y echarle. Pero la muchacha pues era tan mona que todos los varones del pueblo se enamoraron de ella y se negaron a echarla, y allí que se plantaron a vivir los dos, pero el pueblo no estaba contento y dijeron; esto no puede ser, hay que echarles... Y entonces viene un plot twist y aparece en la historia el marido de Helena y va al Rey de Troya, como si él tuviese algo que ver, a pedirle que le devuelvan a su mujer, porque claro, la echa de menos, entonces el Rey le mira y le dice; Mi arma, yo que quieres que haga si aquí no está, vete pallá, que es donde vive el Paris que allí está la Helena. Pero el Melenas éste, era tan pesado que se negó a marcharse, y al final intenta como dar un golpe de estado, porque en realidad a su mujer no la echaba tanto de menos, lo que le jodió fue que Helena se llevase con ella los dineros, y el Melenas dijo; tú te vas con el quinqui este, pero yo quiero mi dinero que pa eso soy el Rey. Pero Helena quería tanto a su marido Melenas (yo me lo imagino como un motero que le gusta el heavy metal y lo entiendo) que cuando lo vio se le quitó el hechizo que le hizo Afrodita y quería volver a su casa con el marido, que viviendo en un palacio pues es normal que quiera volver, entonces Helena entra en confusión porque de repente lo recuerda todo e intenta volver con el marido pero Paris aparece y le dice al Melenas que Helena es suya y Helena, yo me la imagino asomada a una ventana, pues le dice al marido; Mele (de Melenas), amor mío, qué fatalidad la mía que me han secuestrado, mátalo, que nos vamos pa casa. Pero Afrodita que lo que tenía de guapa lo tenía de mala convence a Helena para que no se vaya con el marido le come la cabeza y la amenaza con matarlos a todo como en una masacre, y Helena por miedo al final le hace caso a Afrodita y se asoma otra vez a la ventana; Mele hijo, que lo he pensando mejor y ya si eso nos vemos en otro momento, que yo mientras me quedo aquí, ve tirando tú, que como no hay aviones y nos tenemos que ir en caballo pues vamos a tardar en llegar, tú no te preocupes  que yo no tardo. Pero ya era tarde, porque se lió en Troya y se creó dos bandos, uno que luchaban en favor de Helena y de su estancia en Troya, y otros, que no querían que estuviese en Troya y eso acabó en guerra y en un caballo que todo el mundo conoce.
Tú ves algo que está basado en realidades, o  lo que se cree en realidades y piensas, ¿Pero esto es así cien por cien o solo coincide los nombres?
Esto es algo que pasa con la religión. Los curas se llevan años leyendo las escrituras sagradas ya que es ahí donde cuentan la vida de Jesucristo que es como el líder, lo que vendría siendo el Brad Pitt montado a caballo en Troya, entonces los cristianos cuando leen la biblia tienen que entender lo que dicen las escrituras adaptándolas al tiempo presente. Una de las cosas que más se ha escuchado siempre es la historia de María Magdalena. María Magdalena aparece nombrada solo una vez con ese nombre en las escrituras de, creo que era, San Juan (o San Mateo, no recuerdo quién fue) entonces este Santo dice que Jesucristo estaba muy pegado a María Magdalena porque le gustaba hablar con ella, y siempre que había que hacer parejas él la elegía a ella, además, también se cuenta que fue ella la primera persona que vio a Jesucristo al resucitar, porque era ella quien iba todos los días a verle a la sepultura. En el evangelio de San Mateo (o el de Lucas) éste cuenta que Jesucristo mandó a todo el mundo a predicar la palabra de Dios y se fue por todos los alrededores con los apóstoles y las mujeres y hombres que se unieron en el camino de bar en bar (no sabía ná el Yisus) a trasmitir la palabra de Dios, en esas caminatas, es donde se cuenta que compartían los dos los momentos cercanos, pero teniendo en cuenta que si hacían grupos mientras andaban, no va a estar un grupo de cuatro andando y otro solo, pues si se dividían de dos en dos y le tocaba Jesucristo porque le gustaba hablar con ella, pues como si le tocase San Marcos o San Juan, porque a mí también me gusta hablar con mi vecina de sesenta y tres años y no me quiero tirar a mi vecina. 
He dicho que iba a hablar de Brad Pitt montado a caballo, en realidad no tengo mucho que decir porque nunca me ha gustado Brad Pitt, sé que hay gente a la que tampoco le ha gustado nunca Brad Pitt pero que sí le ha gustado en Troya, a mí es que ni con esas. Yo soy de gustos raros, ya me conocéis.


Dejo aquí esta foto porque yo vine aquí a hablar de este hombre montando a caballo.

martes, 21 de abril de 2020

Cementerio Viviente

Iba a hacer un hilo en Twitter contando mi vida con una película de terror en concreto a raíz de un retuit que hice pero como la historia es larga, he decidido explayarme sin escatimar en detalles y publicarlo aquí. Cementerio viviente, o Pet Sematary, que hoy hace 31 años que se estrenó y además, es la única película de terror que me da miedo. Sí, yo. Miedo con una película de terror.
Voy a hablar de la familia de mi madre porque por parte de padre la verdad es que tengo más familia pero no tengo ninguna relación. La cosa es que soy veinte años más joven que mi tío tercero y catorce que mi tío cuarto. Yo vivía en casa con mi bisabuela, mis dos abuelos, mi madre y mis dos tíos chicos. Como éramos muchos en un piso pequeño de sesenta metros, yo no tenía dormitorio, mi cama era un colchón pequeño que se ponía en mitad del salón, mis juguetes se guardaban detrás de la cortina y mi ropa estaba repartida por todos los roperos que había en el piso. Mi madre nunca le dio importancia a las cosas que salía en la tele pensando en que si eso era o no, lo más adecuado para un niño, en mi casa a nadie nunca le gustaron los dibujos y con mi llegada eso no iba a cambiar, así que ponían las películas que querían ver ya hubiese sangre, sexo, violencia, drogas o abusos. Mi tío, que fue como mi padre, me llevaba todas las semanas al videoclub y me dejaba escoger la película, miré las que estaban agregadas nuevas y vi que se encontraba Cementerio Viviente, entonces miré a mi tío y le dije; quiero ver ésta, a lo que mi tío me respondió; esa está en la casa, la tengo en cinta. Me negué a escoger otra pese a que me dijo que lo hiciese, así que esa vez escogió él y le pedí que me pusiese la película nada más llegar, porque no teníamos lector de cintas, si no que teníamos que enchufar la cámara al televisor y reproducir la cinta desde la cámara.
Cuando yo vi la película, me dio miedo dos escenas, la primera vez en mi vida que una película de terror me daba miedo en escenas que ni siquiera daban miedo.  
Cementerio Viviente se convirtió en una de mis películas favoritas (de todas las que tengo, algún día publicaré la lista) y la ponía años tras años, y en esas dos escenas que me daban miedo, corría en busca de mi abuelo para esperar a que la escena terminase porque había visto la película tantas veces que me sabía la duración de la escena. Cuando a los años fuimos a ver El orfanato, yo era ya crecidita, tenía catorce años, la película a la gente le sorprendió porque no vieron nunca nada igual y tal, y recuerdo perfectamente la escena más espectacular de la película que es la de Geraldine Chaplin haciendo de médium entre los vivos y los muertos y, ¿qué estuve haciendo yo mientras todo el mundo estaba embobado? Con los ojos agachados porque Geraldine me daba miedo y entonces comprendí que, además de los globos, los petardos, los fuegos artificiales, el descorcho de una botella, las escaleras... también me daba miedo la gente que es muy delgada. Entonces comprendí que siendo de poco miedo Cementerio de Animales, cómo era posible que esa película me diese miedo, sobre todo en escenas que no tenían nada de miedo, y vi que en las tres escenas que no daban miedo lo que me inquietaba era la delgadez.
Hoy hace treinta y un años que se estrenó Cementerio Viviente, cabe decir, que no hace falta que especifique que se trata de la versión de 1989 dirigida por Mary Lambert. A día de hoy todavía me da pavor ver esas escenas, porque me sigue dando miedo y prefiero agachar la cabeza cuando aparecen esas escenas para  así evitarme mal cuerpo, pero pese a todo, no se podría haber hecho nunca mejor una película de terror como Cementerio Viviente.
Las dos escenas que me dan miedo por si tenéis curiosidad son la muerte de Missy y la de Zelda

Susan Blommaert (Missy); Andrew Hubatsek (Zelda); Brad Greenquist (Pascow)

El personaje de Zelda lo tuvo que hacer un hombre porque en los castings no encontraron a una mujer tan delgada para llegar a hacer de Zelda. Especial mención a Pascow porque su personaje es lo más.
He sufrido poniendo los enlaces y las fotos, así que por favor tener en cuenta esta entrega que he hecho con la publicación porque tengo ahora mismo la barriga encogía. 

A Dale Midkiff

lunes, 20 de enero de 2020

La mala educación



He hecho una reflexión sobre el pin parental y el estudio de la asignatura de Historia en toda la etapa estudiantil, no sé si se va a entender bien, pero creo que el concepto queda claro. 


Sobre el Pin Parental.

Tengo 27 años, terminé de estudiar a los 21. He recibido creo, cuatro charlas en mi vida. Una con doce años sobre el periodo cuando había niñas que con nueve años ya se habían puesto malas por primera vez, otra un tiempo después, sobre la prevención a la hora de utilizar las redes sociales, después, dos sobre sexualidad, en las dos de sexualidad teníamos quince y dieciséis años, solo los de tercero y cuarto de ESO fueron los que recibieron clases de sexualidad. En la primera hablaron sobre todo de las enfermedades sexuales, recuerdo que nos pusieron un PDF con todas, y recalco todas porque fueron muchísimas diapositivas, las enfermedades sexuales que hay en el mundo, con una foto del virus visto desde un microscopio, una descripción en tres frases cortas de cómo era la enfermedad y si se curaba o no se curaba, la siguiente charla, fue expresamente para hablar del sida y también nos explicaron cómo poner un preservativo y cómo tener que utilizarlo para que no se rompa (lo típico de no le claves las uñas y eso).
Nunca, nadie, nos habló de los diferentes tipos de géneros, ni de gustos sexuales ni nada parecido. Soy una niña de la Expo de Sevilla, nací al mes de terminar la Expo 92, para que entendáis mi generación. He visto como la lesbiana de clase era la rarita, y maricón se usaba como un insulto. Yo siempre he tenido dudas sobre mi sexualidad, de hecho mi sexualidad me la descubrió una chica de trece cuando yo tenía quince. Desde que estaba en primero de primaria (seis años supongo que tendría) veía que me gustaba de la misma forma que veía al chico que tenía delante de mí como la chica que se sentaba a mi lado. He llegado a llorar de rabia estando en la ESO porque no entendía el por qué de mi confusión, hasta que una chica más pequeña me dijo; yo no te voy a enseñar nada, cuando llegues a tu casa pon en Google bisexualidad y lee. Y cuando terminé de leer la wikipedia vi una luz.
Tuve una vez una profesora que dijo que los profesores no están para educar, si no para enseñar, y yo quiero que se enseñe a ser buenas personas en el colegio y que se quiten asignaturas absurdas como Educación para la Ciudadanía, en la época en la que yo la estudié la profesora ni siquiera seguía el temario que le dijeron que tenía que enseñar, se ponía a hablarnos de los viajes que hacía o nos contaba la película que había visto en la tele.
He llegado a escuchar de parte de gente muy cercana que está a favor del pin que están muy de acuerdo porque no quieren que vaya un drag queen a darle clases a los niños. Necesitamos más respeto en el mundo, y más comprensión para nosotros mismo sobre todo – porque seguro que hay veces que ni nosotros nos entendemos –, y para los demás, y necesitamos cambiar la educación, hacer que los niños se integren entre ellos, y hablar más con los chavales joder, y hablarles de cómo se van a sentir y de cómo se sienten cuando son adolescentes, de los problemas del alcohol, el tabaco y las drogas más duras, que hay gente que pueden tener enfermedades mentales como los trastornos alimenticios o la depresión que son las enfermedades más comunes, que es normal que se frustren y que se sientan raros, y que se tienen que respetar si el compañero de clase es gay o es transexual, y por mucho padres que seamos, nadie como un psicólogo especializado en depresión te va a hablar igual de bien de la depresión, ni nadie que no haya sufrido bullying en el colegio te va a hablar mejor de eso. Necesitamos más charlas para los chavales, para hablarles de las redes sociales de nuevo porque parece que hay cosas que no cambian, de la sexualidad, de los problemas que da las drogas y del daño que pueden hacer a otro compañero al que hace bullying.

Sobre la educación.

Creo que comparando el cómo se encuentra la educación en España, esto me parece una gilipollez, con perdón por la palabra. 
Me he llevado diez años de mi vida escuchando hablar de los Reyes Católicos y de los árabes, a veces hablaban sobre el Cid, nos llevaron incluso a ver una película sobre él, pero siempre volvían a lo mismo. No se me olvida a mí en la vida esto, lo cuento tal y como ocurrió. Cuarto de la ESO, estábamos terminando el tema que tocaba, a un alumno le da por avanzar las páginas para ver cuánto falta por acabar el tema y vio escrito Franco, los alumnos contentísimos porque iban a dejar de hablarnos de los puñeteros Reyes Católicos. Lee la profesora la última frase del tema de los Reyes Católicos, y sigue avanzando el libro. Mi profesora lee lo que pone en libro; Pues esto es lo último de los Reyes Católicos, entonces ahora lo que pasa es que llega el 36, hay una guerra, después llega el 39, se termina la guerra, aparece Franco, muere Franco, aparece la constitución, y actualmente, el presidente del gobierno es José Luís Rodríguez Zapatero. 
Yo no sé la cara que le pusimos a la profesora que nos preguntó qué nos pasaba, nos dijo que quedaba más de media hora de clase que tenía que empezar un nuevo tema. Nos negamos, y la profesora dijo que comprendía que estuviésemos cansados pero que teníamos que continuar. Nos volvimos a negar, y le explicamos a la profesora que lo que nos pasaba era que solo habíamos dado clases sobre los Reyes Católicos y los árabes. La clase, por el cansancio, comenzó a hacer elucubraciones; ¿quién estaba antes?; El del bigote; Sí el Aznar. Yo intervine; ¿ves Carmen? Nos podían hablar de los diferentes presidentes, el Aznar, el Zapatero, Calvo Sotelo. Varios chicos me miran, y uno dice, ¿quién es Calvo Sotelo? Y me da por mirar alrededor, y me veo a muchos alumnos asintiendo. Entonces yo, que soy de sangre caliente, muy pasional, digo; ¿me quieres tú a mí decir, que llevamos diez años escuchando hablar de lo mismo, habiendo gente que no sabe quién fue Calvo Sotelo?
Todos los nuevos gobiernos llegan con la cantinela de crear un país mejor, partidos más antiguos como partidos más nuevos. Cuando consiguen posicionarse, ¿qué hacen? Crear leyes nuevas. SI ES QUE NO HAY QUE CREAR LEYES, lo que hay que hacer es cambiar las que ya existen. Llevan muchos años gobernando PSOE y PP, cuando salía el PP, quitaban leyes educativas del PSOE, cuando salía el PSOE, ponían sus leyes educativas y quitaban las del PP, cuando volvía  a salir el PP, lo mismo, quitaban las del PSOE y volvían a poner las suyas. 
Cuando cambien la educación, que cambien lo que quieran, que prohíban o no prohíban hablar de temas, que si charlas que si hostias, que parece que todo el mundo llega a la política como el nuevo salvador, pero en lugar de cambiar las cosas crean medidas buenas. Hay que cambiar las asignaturas en educación, no se pueden tener asignaturas en la que los niños no hagan nada porque es una hora para hablar de algo o porque la asignatura se llama convivencia, cuando nadie después aprovechaba esas horas para contar algún problema, si no que se hacían los deberes, eso es así. Hay muchas horas perdidas, en la concertada, se cortan varias horas de clases para dar misa. ¿Qué clase de educación estamos dando entonces? Si los chicos van a clase desganados, tres horas a la semana se perdían por asignaturas absurdas, tan absurdas incluso para los profesores que daban la hora libre para hacer lo que le diesen la gana a los chavales, como Tutoría. Los miércoles en todo el tiempo que estudié, siempre fue los miércoles. Cuando alguien tenía un problema y acudía al tutor siempre era la misma respuesta, hoy no toca tutoría, dímelo el miércoles en tutoría. ¿Qué pasaba cuando llegaba el miércoles? Que el profesor o profesora le preguntaba al alumno/alumna qué era lo que tenía que contar, y el chaval/chavala le decía que ya lo había solucionado. ¿Qué es eso de esperar a que llegue un día en concreto de la semana para hablar de los problemas?
Ojalá que el problema educativo que hay en España se solucionase poniendo o quitando un pin, como si esto fuese ahora la entrada de una discoteca.

lunes, 10 de junio de 2019

Fiction art



Nos hemos dado cuenta que ya no hablamos como antes, que estamos juntas por costumbre. Yo creé un mundo hace mucho y tú estás creando un nuevo mundo ahora, la diferencia más notoria es que en tu mundo yo ya estoy porque tengo que estar, como tienen que estar esos familiares que solo se ven en festividades grandes, o ese tío pesado que siempre viene de vacaciones, tú en mi mundo dejaste de estar hace muchos años, a veces me pregunto si alguna vez llegaste a estar. En él, estás porque tienes que estar, porque para mí sí que tienes que estar pero no de la forma en la que alguien tiene que estar, con ese amor, esa cercanía o esa confianza, si no que estás porque el egoísmo dice que tienes que estar, y estás, porque a mí me interesas que estés. Hace mucho que dejamos de ser amigas, pero no sé si avanzamos en la relación que teníamos o qué nos pasó. Convertimos lo nuestro en nuestra propia familia, y lo convertimos en una familia lo mismo que dura la comida en el estómago después de horas sin comer. Igual que creamos algo, lo rompimos, y nos dimos cuenta que así no podíamos seguir, pero continuamos, porque nos dimos cuenta que lo que quisiese que tuvimos, era más fuerte que el acero. Pero llegados a este punto, nos volvemos a hacer la misma pregunta, ¿hasta cuándo debemos estar? Y nos parece nefasto que tengamos que hacernos compañía cuando ni a ti ni a mí se nos ocurren situaciones en las que podamos convivir, porque necesitamos lo externo para darnos cuenta que sí que podemos estar, pero en realidad no. Nublamos nuestra visión para hacernos creer que de verdad nos necesitamos, pero nos hemos dado cuenta que somos completamente prescindibles, y cada paso que da una, cada vez más se aleja la otra. A veces pienso en quién de las dos será la primera en dar el paso, en que un día nos despertemos y nos miremos mientras una de las dos pronuncia esa frase tan temida de “tenemos que hablar”, y entonces nos diremos todas las cosas que nos tendríamos que haber dicho hace mucho, “yo te quise, pero ya no te quiero, porque las relaciones se desgastan o eso dicen, y esa chispa se murió hace mucho”, y entonces, la otra dirá, “nunca tuvimos esa chispa, porque fuimos las otras chicas, esas sobras de las que todo el mundo se deshace que no le quedan más remedio que acabar juntas porque la persona que verdaderamente nos gusta no nos quiere” Y entonces nos miraremos y nos reiremos, porque vimos que la mentira llegó muy lejos,  y que tantos años de sufrimiento terminaron en ciento veinte segundos, y nos daremos un abrazo, porque así hay que terminar las cosas.